Los huevos vendibles son aquellos aptos para la comercialización y consumo, de los huevos totales producidos por día. Este criterio utilizado como criterio de evaluación de eficiencia y rentabilidad en gallinas ponedoras. El número de huevos vendibles por gallinas alojadas tiene una correlación muy alta con el número de huevos totales producidos y con la proporción de huevos defectuosos; sucios, fisurados y deformes.

En ocasiones las aves con el mayor número de huevos totales producidos, no reporta el mayor nivel de ingresos, ya que, una gran parte de ellos no son vendibles. Por lo cual, no sólo se trata de maximizar el número de huevos producidos por ave, sino de maximizar el número de huevos por los que se obtiene mayor ingreso en el mercado.

Principales características de los huevos vendibles.

Los huevos vendibles deben cumplir con ciertos estándares de calidad y seguridad. A continuación, se detallan algunas de las principales características que deben tener los huevos para ser considerados vendibles:

·         Integridad de la cáscara: La cáscara debe estar limpia, sin grietas ni roturas, y ser suficientemente fuerte para proteger el interior del huevo.

·         Forma y apariencia: Los huevos deben tener una forma ovalada típica y una apariencia uniforme sin deformidades significativas.

·      Tamaño o peso: Los huevos se clasifican en categorías de tamaño (pequeño, mediano, grande, extra grande, etc.) basadas en su peso. El tamaño debe ser claramente indicado en el empaque, ajustado para un niche especifico de mercado.

·         Frescura: Los huevos deben ser lo más frescos posible en el momento de la venta. Este carácter se puede evaluar por la altura de la cámara de aire dentro del huevo y la consistencia de la clara y la yema.

·    Ausencia de olores desagradables: Los huevos no deben tener olores fuertes o desagradables, lo que podría indicar contaminación o deterioro.

·         Almacenamiento y transporte adecuados: Los huevos deben ser almacenados y transportados a temperaturas controladas para prevenir el crecimiento de bacterias y mantener su frescura.

·         Cumplimiento de normativas sanitarias: Los huevos deben provenir de granjas que sigan buenas prácticas de producción pecuaria y que cumplan con las normativas sanitarias del país, para minimizar riesgos de enfermedades zoonóticas, por ejemplo; salmonelosis.

Estas características pueden variar según las regulaciones de cada país, pero en general, los productores y distribuidores deben asegurarse de que los huevos cumplan con los estándares de calidad y seguridad alimentaria antes de llegar al consumidor.

Factores que afectan la proporción de huevos vendibles.

Los problemas de la calidad del huevo están estrechamente relacionados a la calidad de cáscara, estos suelen derivar de una combinación de factores, tales como:

• La edad de las gallinas es determinante en la calidad de la cascara, es decir, a medida que las gallinas envejecen el peso del huevo aumenta mientras que la consistencia de la cáscara disminuye, dando como consecuencia cáscaras más delgadas.
• Situaciones de estrés generada por la alta densidad de población, el calor y/o temperaturas extremas, pueden generar alteración en la calidad de la cascara. El estrés calórico, por su impacto sobre el consumo de alimento y por el desbalance electrolítico generado por la pérdida excesiva de iones bicarbonato por el jadeo e hiperventilación.
• No cumplir con un programa de luz adecuado (más de 16 horas luz/día) afectaría la producción, el tamaño y la calidad.
•  No garantizar la nutrición adecuada a las necesidades del animal, por ejemplo: suministrar agua de calidad inadecuada, incumplir la relación Ca:P y la interacción del calcio con otros elementos.
•  Inadecuada recolección de huevos, que incremente en número de huevos agrietados.
• Fallas en las instalaciones. Por ejemplo; jaulas con pisos sin inclinación correcta.
• Transporte y almacenamiento.

Como lograr una mayor proporción de huevos vendibles.

·         Selección genética, ya que algunas estirpes se han seleccionado para producir huevos con mayor grosor y resistencia de la cascara. Y en ello, las empresas de genética avícola tienen un papel fundamental.

·         El factor iniciador de la formación del huevo, es la luz, que actúa sobre el hipotálamo para que se active la secreción de hormonas, responsables de la formación y producción del huevo. Por esta razón, el programa de luz afecta directamente la producción de huevos y el tamaño de éste y la calidad de la cáscara. En ese sentido, importante que la gallina ponedora, tenga un descanso o período de oscuridad no inferior a 8 horas, por lo que un programa de luz que no maltrate a las aves no debe superar las 16 horas de luz/día.

·         Existen múltiples estrategias nutricionales que ayudan a garantizar una mejor producción y calidad de huevo. Proporcionando un consumo óptimo de calcio (Ca) y fósforo (P) por lo que es esencial mantener una adecuada relación Ca:P, garantizar mayor biodisponibilidad de vitamina D3, consumo de los micronutrientes claves, balance de aminoácidos, nivel óptimo de ácidos grasos de calidad, granulometría adecuada del alimento y aditivos nutricionales y no nutricionales y no menos importante asegurar el suministro de agua de calidad.

·         Salud Intestinal, es uno de factores más importantes para la salud y nutrición de las aves, debido a que un intestino sano, generará una excelente absorción de nutrientes y mejorará de manera ostensible la inmunidad, garantizando una mejor producción.

En términos generales, es esencial tener en cuenta que la buena producción y calidad del huevo está directamente relacionada con; manejo en granja, estrategias de bioseguridad, sanidad del lote, calidad del alimento suministrado, suministro adecuado del alimento, calidad del agua, control de la temperatura dentro de la zona de confort térmico, limpieza y desinfección de los galpones y jaulas, la frecuencia y calidad en la recolección de los huevos.

Que beneficios genera una mayor proporción de huevos vendibles

·         Eficiencia económica para los productores, ya que, al maximizar la cantidad de huevos vendibles, se reducen las pérdidas por huevos que no cumplen con los estándares de calidad, lo cual se traduce en aumento de ingresos y mejora en la rentabilidad.

·         La reducción de huevos descartados significa una menor cantidad de residuos, lo cual es beneficioso para el medio ambiente y para la gestión de desechos en las granjas.

·         Mejora de la sostenibilidad debido a que, al optimizar la producción para obtener más huevos vendibles, se hace un uso más eficiente de los recursos como el alimento, el agua y las instalaciones, contribuyendo a una producción más sostenible.

·         Las granjas avícolas que son más eficientes y productivas pueden contribuir al desarrollo económico de las comunidades rurales, proporcionando fuentes de empleo.

·         Una mayor proporción de huevos vendibles asegura una oferta constante y fiable de huevos para los minoristas y consumidores, lo que puede ayudar a estabilizar los precios y garantizar la disponibilidad del producto.

La meta productiva de toda granja de producción con gallinas ponedoras, es lograr la mayor producción de huevos vendibles por aves. En tal sentido, todos los procesos que se gestionan en el sistema de producción deben ir enfocados en alcanzar o superar la meta. Para así lograr optimizar la productividad y rentabilidad del agronegocio.

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